La Orquesta Sinfónica de Minería dedicará su segundo programa a uno de los compositores más admirados, MAURICE RAVEL, bajo la batuta de su director artístico, Carlos Miguel Prieto y presentando como solista al espléndido y premiado pianista italiano, Benedetto Lupo.
Maurice Ravel (Ciboure, Francia, 1875-París, 1937). Un autor que concebía su habilidad como una preciosa sutileza, un recinto mágico, excluido de la realidad y las preocupaciones cotidianas. Stravinsky lo definió con acierto como «el más perfecto relojero de todos los compositores», y así hay que ver su música: como la obra de “un artesano obsesionado por la perfección formal y técnica de su creación”.
La valse de Ravel fue el resultado de la intención que tenía, desde 1906, de componer para el ballet una apoteosis del vals en homenaje a Johann Strauss Jr. pero que la Primera Guerra Mundial le impidió realizar. La experiencia de la guerra vivida como un aniquilamiento de la civilización cambió su perspectiva de la obra que tenía en mente. A la imagen romántica y fastuosa de la corte vienesa del siglo XIX, bien ilustrada por los valses de Strauss, la sucedió la imagen de un mundo decadente amenazado siempre por la barbarie. Ravel compuso, según su propia definición, «un torbellino fantástico y fatal», suntuosa evocación de la grandeza, de la decadencia y de la destrucción de la civilización occidental.
Pavana para una infanta difunta, evoca la digna elegancia de una recepción en la corte real de España, así como el grácil movimiento de una pavana, una danza lenta procesional, que gozó de gran popularidad entre el siglo XVI y el siglo XVII. La alusión a estas referencias antiguas no significa que Ravel quisiera homenajear a alguna princesa histórica en particular, sino más bien expresar un entusiasmo nostálgico por la moda y la sensibilidad española que el autor compartía con muchos de sus contemporáneos y que manifestó en otras obras como Bolero y Rapsodia española. Una evocación de un mundo arcaico con un peculiar ritmo antiguo.
Bolero de Maurice Ravel es una composición que aglutina variadas características: Es, probablemente, la obra musical más conocida de la llamada “música clásica” (prácticamente, cualquiera puede tararear de memoria o silbar sus dos temas y tamborilear con los dedos su ostinato rítmico); es, asimismo, una de las piezas más ejecutadas en las salas de conciertos; pero, en términos estrictamente musicales, Bolero de Ravel, con su crescendo piramidal y su progresiva dinámica sonora, es la mayor lección de orquestación que haya escrito un músico. Ravel fue uno de los más grandes orquestadores en la historia de la música y un creador y experimentador de inéditas combinaciones tímbricas.
El excelente pianista italiano BENEDETTO LUPO quien, según la crítica internacional “une su meticulosa técnica con una sensibilidad romántica” se enfrentará en el ruedo musical a los dos impactantes conciertos para piano de RAVEL, el sorprendente Concierto para la mano izquierda y el brillante Concierto en Sol, que combina su predominante virtuosismo y chispa orquestal con la belleza melódica de su evocador movimiento central.
Fuente: Orquesta Sinfónica de Minería